La toxina botulínica es uno de mis tratamientos más recomendados.

Me he encontrado que los pacientes tienen muchos reparos y conceptos muy equivocados sobre la toxina botulínica: se confunde con un relleno, se asocia a labios, a resultados estéticos mediocres, a poca naturalidad.

Siempre me toca empezar explicándole al paciente cómo funciona la toxina botulínica, qué efectos consigue y en qué zonas se puede usar.

Y así lo voy a transferir a este blog.

..El efecto de la toxina botulínica depende de la dosis y la concentración que empleemos

La toxina botulínica inhibe el estímulo nervioso que recibe el músculo. Y se une irreversiblemente a la fibra muscular, hasta que esta fibra desaparece y se recambia por una nueva. Ese recambio ocurre a lo largo de 4-8 meses. Si ponemos mucha dosis de toxina, inhibiremos la función de todas las fibras musculares con las que se encuentre nuestro medicamento. Si ponemos una dosis menor, inhibiremos a una parte de las fibras musculares.

El bloqueo muscular y la incapacidad de movilizar la cara depende de la cantidad de toxina botulínica que se emplee. Y no es la misma para todos los pacientes.

Hay pacientes que prefieren ‘relajar’ la cara sin perder movilidad obteniendo un resultado natural. Y algunos pacientes que quieren bloquear toda la movilidad porque no quieren ver cómo se forma ninguna arruga.

.. El efecto de la toxina depende de la profundidad y lugar donde se pincha.

Por tanto, si quiero relajar las fibras musculares más superficiales y cercanas a la piel, responsables de las arrugas finas, deberé pinchar superficialmente. Cuando el pinchazo es superficial se consiguen otros efectos muy bonitos y elegantes sobre la propia piel (disminuye la sudoración y la grasa).

Hay determinados puntos y músculos que requieren pinchazos más profundos, como son los corrugadores o el músculo mentoniano.

.. La toxina botulínica se puede emplear en TODA LA CARA Y EL CUELLO.

La toxina botulínica tiene indicaciones en todo el cuerpo: contracturas musculares, sudoración, acné, cicatrices, distonías. Los efectos dependen de dónde lo coloques y la dosis que emplees. Si quiero inhibir las glándulas sudoríparas o sebáceas, si quiero inhibir la contracción vascular para mejorar un proceso de cicatrización, … o si quiero relajar un nudo muscular.

Respecto a la cara. En mi opinión, no es nada elegante tratar con toxina botulínica una zona de la cara, y no tratar el resto. La cara es ‘UNA’. Ha de ser equilibrada, unificada, coherente,… No gesticular o relajar la frente y seguir marcando de forma exagerada el orbicular, las arrugas nasales, el código de barras, las marionetas o la pelota de pin-pon del mentón, no tiene sentido.

La toxina botulínica se ha de repartir de forma equilibrada, en diferentes dosis y concentraciones, en toda la cara para conseguir los mejores efectos.

.. La toxina botulínica hay que repetirla cuando haga falta y siempre con una valoración previa.

Los efectos no le duran lo mismo a todo el mundo. A menor dosis mayor naturalidad y menor duración. El recambio celular no es igual de rápido en todo el mundo. Hay pacientes que repiten el tratamiento cada 6 meses, y hay pacientes que lo hacen cada 2 años. Depende de la cara de cada uno, nuestra forma, nuestra piel, nuestros objetivos. La mayor parte de los pacientes no quieren detener el proceso de envejecimiento, si no que quieren enlentecerlo. En ese caso, no hace falta repetir el proceso cada 6 meses y se puede dilatar el tiempo entre un tratamiento y el siguiente.

Si después de leer todo esto, sigues teniendo dudas, contacta conmigo.

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